¡Vivan los amigos por correspondencia!

El origen de la carta se remonta a la invención de la escritura y la más antigua que se conoce es un papiro escrito en el 2200 a. C. por el faraón Pepi II. Durante el Renacimiento y la época victoriana, las tarjetas de felicitación también ganaron una gran popularidad para fiestas y eventos.

Actualmente, aunque vivimos en la era digital, escribir una carta a mano es recordar viejos tiempos con personas lejanas. Las palabras sobre papel transmiten algo que va más allá de la propia escritura, es como si sostuviéramos el corazón de otra persona en nuestras propias manos.

Por ello, no solo se envían cartas en épocas especiales, también, para demostrarle a alguien que le importas. Además, la escritura manual estimula el cerebro y fomenta la memoria.

¿A quién le enviarías una carta?

Compartir